Captar la atención se ha vuelto un recurso escaso. Cada vez es menos el tiempo que un dedica a ver una publicación. Y lo mismo ocurre en los trabajos. Por eso, crear diapositivas efectivas y atractivas puede lograr el efecto contrario, es decir, que llamen la atención y que se convierta en una presentación memorable.
Pero, para lograr esto, es necesario saber cómo captar la atención de los s. Y esto se hace a través del diseño de las diapositivas. Es lo primero que va a entrar por los ojos. Por tanto, aunque el contenido es importante, si no llama la atención donde esté, va a pasar de largo. ¿Qué tal si te enseñamos algunos secretos y trucos para lograrlo?
Trucos para hacer diapositivas efectivas y atractivas
Como sabes, las diapositivas no son solo un apoyo visual. En realidad, también son un canal de comunicación porque expones tu mensaje y permites resaltar las ideas de tu proyecto y facilitar la memoria visual.
De hecho, según la universidad de Harvard, si logras una presentación visual que esté bien diseñada, podrás mejorar la comprensión y la retención del contenido en un 67 %. Pero no es fácil, por eso aquí van algunos trucos.
Planifica tu mensaje
Uno de los errores habituales a la hora de diseñar diapositivas efectivas y atractivas es ponerte a diseñarlas sin aún tener en cuenta el texto que vas a utilizar. Es decir, abres PowerPoint o Google Slides para elegir una plantilla sin más.
Y en realidad, esto no debe hacerse así. Antes de nada, tienes que tener claro cuál es el objetivo de tu presentación. Luego, lo que quieres que recuerden y, por último, tu audiencia. Dicho de otro modo, necesitas, antes de nada, responder esas preguntas para hacerte un guión estructurado. Una vez lo tengas, sí podrás escoger el diseño. Pero en base a esas respuestas que hayas dado a las preguntas.
Usa una estructura clara y coherente
A la hora de presentar un proyecto, necesitas una cierta coherencia en la estructura. Es decir, no puedes directamente presentar una solución a un problema que no has explicado. Como tampoco puedes ir directamente al problema sin antes explicar un poco de introducción.
Pues bien, en las diapositivas esto es importante. Porque no vas a empezar por la mitad ni tampoco por el final. ¿Qué hacer? Intentar seguir un orden. Algunos modelos que puedes seguir son:
- Inicio, problema, solución.
- Inicio, datos, interpretación, idea, estrategia.
- Inicio, presentación, teoría, práctica.
Puedes diferenciar cada sección en tus diapositivas y estas pueden tener el número que necesites. Por ejemplo, para el inicio podría ser una sola, para la presentación, dos, y para presentar una solución, ocho. No hay ningún mínimo ni máximo.
Simplifica al máximo
Uno de los problemas a la hora de hacer diapositivas efectivas y atractivas es que no tiendes a mirarlas bien. Acabas sobrecargando de texto o texto e imágenes, sin permitir que la diapositiva respire.
La solución es fácil: no pongas más de 6 líneas por diapositiva. Y es posible, cuatro. Usa palabras clave, no párrafos extensos. En caso de que tengas que explicar mucho, hazlo oralmente. Las diapositivas son una ayuda para que tanto los que la ven como tú sigas la explicación. Pero en ellas no tiene que estar esa explicación. Tienes que verlas como un soporte visual. No como el documento del mensaje.
Cuidado con la tipografía
Cuando haces las diapositivas, tienes que prestar atención a la fuente tipográfica que vayas a usar. Y créenos si te decimos que, a menudo, puede que te encuentres con que ese es el problema para que te salgan bien.
Una fuente para las diapositivas ha de cumplir con lo siguiente: ser limpia, moderna y fácil de leer en cualquier tipo de pantalla, ya sea un ordenador, una tableta, un móvil…
Las más utilizadas son Helvetica, Open Sans, Roboto o Montserrat, en tamaños de 24pt para el cuerpo y 32pt para los títulos.
Además, se recomienda que no uses más de dos tipografías diferentes y tampoco deberías usar muchas negritas, colores o mayúsculas.
Color sí, pero sin pasarte
Otro punto a tener en cuenta para lograr diapositivas efectivas y atractivas es el color. Como sabes, los colores transmiten emociones y hacen que se pueda guiar la atención. Por eso, elegir una paleta cromática idónea es lo mejor. Pero, ¿cómo hacerlo?
Primero, escoge como máximo de dos a cuatro colores. Uno de ellos debe ser el principal, el otro el secundario, otro neutro y el último un color de acento. Estos deben ser contrastados con el fondo y el texto.
Lo que no te recomendamos es que uses colores chillones o combinaciones de color que vayan a dificultar la lectura. Por ejemplo, el rojo sobre negro es bastante difícil de leer.
Imágenes, iconos y gráficos sí
Pero cuidado, para aportar, no para adornar. Es decir, no vayas a poner imágenes o iconos que realmente solo decoren, pero que no tengan nada que ver. Esto solo recarga la diapositiva, y como te hemos explicado, es justo lo que no debes hacer.
Intenta poner las justas y necesarias. Ten en cuenta que las imágenes pueden distraer la atención de las personas que te están escuchando, y hacer que se queden con esa imagen y no con lo verdaderamente importante.
Coherencia visual
Por último, tienes que intentar que todas las diapositivas vayan en la misma línea. Es decir, que todas usen el mismo tamaño de letra y la misma tipografía, que las alineaciones sean coherentes, que los colores se repitan, etc.
Si no, parecerá que has pegado unas diapositivas de un sitio y de otro. Esto le restará profesionalidad y hará que la presentación rompa con esa memoria visual. Es cierto que, en ocasiones, puedes querer eso, para que la gente recuerde ciertas partes, pero a largo plazo es contraproducente.
Quizás al principio no te salgan bien. Pero con la práctica eso va a cambiar. Recuerda que lo importante es que el mensaje llegue claro, fuerte y que sea recordado. Así que no intentes decorar o recargar por pensar que así será mejor visualmente. En realidad no será así. ¿Te animas ahora a hacer diapositivas que sean dignas de recordar?